A ponerle el pecho a las chanzas de familiares y amigos.
Cargadas por un lado y por el otro. Nada que no sea superable.
A mí, se me ocurrió, poner la imagen del Negro Fontanarrosa como un hecho superador a todos, para ver la actitud de mis amigos ñubelistas. La idea fue condescendiente, en privado algún amigo ñubelista me hizo saber, lo buena que estaba esa foto del negro con la camiseta centralista y la palma de su mano derecha sobre el corazón.
Ante tanto fanatismo de todos, creí que esa foto instaba a una actitud superadora, porque el Negro Fontanarrosa con su corazón centralista, además es el Negro de todos los rosarinos.
¡Eso es!, por sobre los trapos auriazules o rojinegros, todos somos rosarinos.
Como tales, no perdimos solo los centralistas, perdimos ¡todos!.
Pero esto último,…¿Quiénes son capaces de aceptarlo?,...solo pocos.
Claro que perdió Central,..¿y qué?,…¡no es la muerte!,..o ¿si?.
Sí, es la muerte.
Sí, es la muerte.
Los diarios hablaron de él.
“El muchacho, llamado Juan Pablo Dandreta, no pudo soportar el golpe de que el canalla pierda la categoría luego de 25 años, y se suicidó” su hermana resumió: “Esperó un momento en el que no hubiera nadie en la casa y se ahorcó. Cuando llegamos lo encontramos así”. Hay mucha estupidez fanatizada circulando por Internet. Los argumentos presentados en: www.canallaamuerte.com.ar : “Anoche, al no poder soportar la depresión que le causara el descenso de nuestro equipo, se quitó su tan valiosa vida este joven canaya, de estirpe bien guerrera. Después de esto, huelgan las palabras de repudio hacia quienes nos llevaron a semejante tristeza”.
Deplorables.
El suicidio es un acto final de una ENFERMEDAD que no es corta, sino que se gesta a través de años de depresiones y cuestiones psicológicas difíciles de argumentar en estos párrafos. Antes de opinar de lo inopinable, hay que instruirse y dejarse de hablar pavadas. Puede ser el fútbol (como en este caso), los negocios, las relaciones humanas (abandono de un novio/a) etc., … en fin, actos varios de la vida, son detonantes de un suicidio … no una causa.
Este muchacho no se mató porque su equipo descendió. Lo hizo porque era un enfermo…. y este tipo de enfermos se suicida cuando hay un detonante apropiado, el descenso de Central, fue el ícono justo y oportuno para que la enfermedad hiciera lo obvio en este tipo de patologías: producir la auto eliminación física, que es inconsciente.
El suicida no es un héroe ni un cagón.
El suicida, no sabe lo que está haciendo… precisamente porque está enfermo de fanatismo. Centro su vida y sus intereses en algo ajeno a él mismo.
La palabra fanático procede del latín fanaticus, Se considera fanático a aquella persona que posee una pasión obstinada y entusiasmo desmedido, exacerbado y tenaz adhesión, por algo o alguien a quien lo ha levantado como un ídolo, puede ser una creencia o incondicional admiración por una persona o grupo(político, deportivo, etc).
Las características de una persona fanática son las siguientes:
El fanático absolutiza una idea
El fanático cree tener la verdad sin poder ser cuestionada por nada ni por nadie.
El fanático no razona y no admite una discusión sobre lo que consideran dogmas no debatibles.
El fanático también trata de imponer sus propias creencias sobre los demás y de forzar a todos los que tiene cerca a que crean de la misma manera que él o ella creen.
El fanático no cree en la diversidad de pensamientos ni en la posibilidad de abrirse a nuevas ideas o movimientos.
El fanático busca sus grandes ideales desde un fracaso personal.
Nunca nadie puede decir de un fanático que no se compromete.
Convierte sus ideas en acción y tacha al resto de inconsecuentes.
El fanático tiene amor a la muerte, este romanticismo de la muerte es la clave de su intrepidez.
El fanático posee un desorden psicológico al seguir algo tan ciegamente que pierde la noción del derecho de la libertad de creencia del contrario.
Las opiniones de un fanático son consideradas por las demás personas como algo que no hay manera de cuestionar pues las creencias arraigadas de esa persona no lo permiten.
El fanático, consta de una apasionada e incondicional adhesión a una causa, un entusiasmo desmedido y obsesión persistente hacia determinados temas, de modo obstinado, algunas veces indiscriminado y violento. El fanatismo en cierta manera es un mecanismo de defensa. Psicológicamente hablando, el punto de vista del fanático es desarrollado por la ansiedad de estar seguro de algo por lo que se siente inseguro.
La persona fanática no duda ni un momento en tener la verdad en su poder y no necesita cuestionarse esa verdad como lo haría el relativista. Al fanático no le importan las críticas, simplemente no le interesan. Se une al grupo perteneciente y se encierra en su creencia y lo demás le tiene sin cuidado.
Un fanático carece de espíritu crítico.
Cuando la sociedad fomenta el ser fanático de algo, tiende a perder la tolerancia hacia lo contrario un ejemplo: los nazis, los anti-emos, los ateos fanáticos, los católicos fanáticos, los evangélicos fanáticos, etc.,etc.
Freud afirma que a través del fanatismo el hombre busca su felicidad y su seguridad.
Freud afirma que a través del fanatismo el hombre busca su felicidad y su seguridad.
Erich Fromm, otro eminente psicólogo y sociólogo define el fanatismo como un intento de escapar de la soledad, el deseo de establecer vínculos afectivos con otras personas que creen igual disminuyendo así el miedo a la libertad y a la soledad a la misma vez.
El fanatismo defiende un punto de vista muchas veces irracional, orimitivo, elemental.
Guerrero se es para afrontar la vida, no para decidir la muerte.
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