Un cuento..que no es cuento:

Cuando era chica,... ( casi por los nueve años), todos los mediodias iba a visitar a Juán, ...cada vez que iba a su casa , él me preguntaba si en mi bolsillo tenía guardado algún caramelo de naranja,....esos redonditos color naranja con los gajitos dibujados. que había hace muucho tiempo atrás.

Juán era ciego, amigo de la familia y vivía solo, a la otra cuadra de la casa de mis padres, era el único vivo de una familia de ciegos, todos los mediodías, yo le alcanzaba la comida que le preparaba mi tia.
Juán era muy alegre a pesar de su ceguera. Siempre lo encontraba escuchando la radio y bailando, yo llegaba con la marmita, ponía su mesa y esperaba que comiera, mientras...yo me comía el pochoclo que él me preparaba y le dejaba de postre el caramelo de naranja.
El pochoclo olía fresco, recién hecho, y nos peleábamos porque él le decía "palomitas de maíz" y yo como buena peleadora le discutia que el maíz no volaba, ¡todo servía para reirnos!,.. conversábamos sobre las cosas de la vida, ...pero había algo más profundo en aquel ciego desprolijo,....a pesar de su ceguera el vivía en una alegría que yo, niña, no había descubierto en otras personas.
Un día muy caluroso descubrí su motivación,.... cuando golpeé su puerta,...me recibió como cada mediodia, pero ese día no estaba solo, mire y lo ví,...sentado al otro lado de la mesa, había un hombre alto, muy grandote. Yo al tipo no lo conocía ....a Juán sí, sabía que era incapaz de causarme daño, pero ese...hombre me dió miedo, me transpiraron las manos que todavía tenían la marmita, y me acorde de lo que siempre le decía la vecina a mi mamá: -"yo no se como la dejas ir sola a esa nena"-, ....¡claro, Juán no lo veía!, ese tipo parecía salvaje, ...todo sucio, enmugrecido, pelo largo y revuelto, barba desprolija,...yo me quería escapar, hasta que Juán, percibiendo que me pasaba, me dijo:... -"Cara sucia" nunca te dije, que mi más valiosa posesión esta aquí mismo"-, -¡ NO!-,..le conteste, confundida ..
-"sí, sí,... mi más valiosa posesión esta aquí mismo"-, mientras decía esto se movió y llegó adonde estaba la visita y apoyo su brazo sobre los robustos hombros del desconocido ,....- él es Tomas- dijo.
Era Tomas(el carbonero)..un viejo amigo de él , al cual yo conocía por las historias que Juán me había contado, ambos eran amigos desde la niñez.
Tomas y Juán, habían encontrado lo más valioso de la vida: un vínculo,....nadie hubiera dado nada por ellos, el aspecto de ambos era pésimo, pero ellos se valoraban, eran amigos desde la niñez, desde que Juán veía, y cuando la ceguera llegó, siguieron siendo amigos, ellos habían decidido cultivar ese vinculo y entre ambos había un impenetrable armazón, una malla de amistad, lealtad y fidelidad, ..un vínculo, la delicada fusión de dos seres humanos, el intrincado tejido de dos vidas, dos mentalidades, temperamentos y talentos, dos corazones en busca de solaz y seguridad. Aquella vez,..me senté en el banquito de siempre, al pie de la mesa mientras me comía el pochoclo...y los observe como compartieron la comida para uno, me reí con sus historias de niños traviesos en la carbonería del padre de Tomas, ¿ como imaginarme que un ciego fue tan revoltoso?, ....
...los ví confundirse en abrazos, jugar tirandose agua,...mientras nos reíamos a carcajadas, ....
Jamas podré olvidar aquel día, ....Juán me enseño que un vínculo es más poderoso que una bomba nuclear, nada puede darle a un ser humano más valentía que un vínculo significativo,....él no tenía a nadie, solo le había quedado ese amigo, quién iba a visitarlo muy de vez en cuando, porque Tomas estaba a cargo de la carbonería, y mucho tiempo no tenía. Ellos no eran muy educados,..pero me lo dijeron claro, uno y el otro...y jamas me lo voy a olvidar: "mi más valiosa posesión es mi amigo" .
(Y pensé cuanta gente jamás se acercaría a ellos..solo por sus aspectos!)
Lo aprendí para siempre,....lo más importante en la vida,.. no es cuánto ascendamos o cuántos bienes acumulemos, no es el éxito o el fracaso,.. lo más importante es tener vínculos,...con los cuales crear puentes de amor para acercarse. Aquel ciego me enseño que es sabio aquel que valora a la gente más allá de sus posesiones y de sus apariencias, que valora a sus projimos más alla de sus disfraces. Muchos hombres ricos han muerto paupérrimos porque le dieron sus vidas a las cosas y no a las personas, ...y muchos pobres han abandonado este mundo satisfechos porque amaban a su prójimo....
"Mi más valiosa posesión es mi amigo".....esto me lo enseño aquel desprolijo e insignificante ciego, al que todos los mediodías una niña le llevaba su comida.
Ya no andó por la vida con la cara sucia por comer caramelos, pero saborear uno de naranja siempre me acerca su recuerdo, y nuestras risas.
Silvia Noemí Cara Ullua