LA VIDA ES DE TODOS LOS COLORES

Textos y poemas, propios y ajenos, reflexiones, sentimientos hechos palabras, intenciones nacidas en lo profundo del alma, susurro o gritos, a veces silencios, canciones que hablan por mi..








24 de junio de 2010

Indecible presencia de presencias



Martín Heidegger (filosofo alemán) escribió: “Llegamos tarde para los dioses y demasiado temprano para el Ser del Ser, el hombre es un poema inacabado”.
Si los hombres somos animales poéticos y cada uno lleva, como carga, su poema inconcluso, entonces, deberíamos estar escribiendo a través de nuestra existencia, el poema de la propia identidad.
Convendría ser conciente del sentido de totalidad y del misterioso significado que surge de los actos cotidianos de la vida y del encuentro entre los seres.
Hemos crecido y nos hemos desarrollado de acuerdo a mandatos de origen familiar, cultural,etc., estos designios marcaron nuestras conductas. Crecimos esquivos para la esencia y temerosos frente al pavor y la bendición de vivir. La diversificación de historias y experiencias en el proyecto poético humano nos hizo tipificar la existencia en relación a patrones temporo- espaciales, se puede decir así que una persona es más lenta que otra, u otra más rápida, que unos preferimos espacios abiertos y otros cerrados, que unos tienden a vivir más en el pasado y otros en el futuro, que pocos descubren que el sabor de la vida es vivir el día a día.
El espacio-tiempo vivido marca el fenómeno de la historia propia, personal, única.
Necesariamente ese espacio tiene que ser poético, es decir, debe recorrerse por las vivencias y sentimientos que marcaron, en nuestras vidas, ciertas personas, el sol, lugares, el contacto de la brisa, encuentros, miradas, perfumes, desencuentros, el viento, sitios, el agua, y a todo esto sumarle la plenitud de la epifanía. Todos, en una u otra forma, hemos tenido la percepción de estar viviendo, o de haber vivido un momento único y eterno, en la realidad tal como es, sin prisas, en el vacío donde las cosas aparecen, sin buscarlas, en una realidad en donde todo llega a ser y nos sorprende. 
 Esa búsqueda del poema inconcluso de nuestra vida alejados de la creación, separados de nuestros semejantes, ¿contendrá conciencia de separación y tentativa de reunir aquello de lo que hemos sido apartados?.
Estamos vinculados, es innegable, como el cielo esta con las estrellas, como el sonido lo esta con los oídos, como una madre lo esta con su niño, estamos vinculados como la vida al aire y al agua, estamos vinculados al aire que respiramos y al sol que nos calienta. Estamos vinculados por la tierra que nos sustenta, las estrellas que nos iluminan. Estamos vinculados como el fuego con la destrucción y la resurrección.
Es tiempo de saber que la fuerza que nos conduce es la misma que enciende el sol, que anima a los mares y hace florecer los durazneros y los cerezos. La fuerza que nos mueve es la misma que hace explotar una semilla trasmutandose en  planta, con su mensaje inmemorial de vida.
Nos enseñaron a ser uno-mismo. La idea nos entusiasmó tanto que nos olvidamos del otro.

Estamos vinculados, estas aquí, estas en mí, aunque no quieras, a pesar tuyo y mio, somos uno y no hay que disculparse, ni pedir perdon por ser, por vibrar, por sentirse pleno de amor, cuando se tiene.
Cuando se produce el reconocimiento de las almas, comienza a desarrollarse la poética del acercamiento, del encuentro, la ceremonia esencial de hacer contacto con la corriente de vida-otra, en que cada cosa habla de si para ti, con esa vida-otra que aparece imprevistamente, habiendola buscado siempre.
La última frontera, el último verso del poema personal es el acto de contacto, el encuentro en el que las almas se comunican, se reconocen, se funden, se identifican, cuyo ejercicio llena la “copa de sollozos” es decir, se explora  en el dolor y en la dicha. En esta percepción, hay un elemento esencial a cada uno: la naturaleza de criatura inconclusa, inacabada, en vías de llegar a ser, aprendiendo a ser, realizandose, siendo.
Amar para concluir el poema propio, no es dificil. Lo complicado es amar al otro tal como es, en calidad del otro tal cual es. Ahí es un verdadero trabajo, porque creemos que basta con el sentimiento, pero el amor no se completa si no aparece el compromiso como una promesa entre los que se quieren, ¿y quién se ánima a querer sin pretender cambiar algo del otro?
La ilusión: el poema acabado, algo así como el milagro del brote en el roble cortado, el huracán con tu nombre y el corazón palpitando, creyendo, siempre creyendo que lo imposible puede suceder.
“Puerta del ser: abre tu ser, despierta,
 aprende a ser también, labra tu cara,
trabaja tus facciones, ten un rostro
para mirar mi rostro y que te mire,
para mirar la vida hasta la muerte,
     rostro de mar, de pan, de roca y fuente,
     manantial que disuelve nuestros rostros
     en el rostro sin nombre, el ser sin rostro,
    indecible presencia de presencias . . .” *
* Fragmento del Poeta Octavio Paz.
Silvia Noemi Cara Ullua

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